A la espalda del Palacio Real, y tras un enorme desnivel, podemos encontrar uno de los jardines más desconocidos de Madrid pese a estar situado junto a una de las grandes atracciones turísticas de la ciudad. Se trata del Campo del Moro, un enorme parque ajardinado de estilo inglés siguiendo el concepto romántico de la naturaleza, con dos grandes fuentes neoclásicas, pavos reales y una de las mejores perspectivas para disfrutar del Palacio Real. Sin duda es uno de los parques más cuidados y más atractivos de la capital. Sin embargo, lo habitual es encontrar muy poca gente paseando por sus caminos, probablemente debido a que su entrada no está ni por el Palacio Real ni por los Jardines de Sabatini, sino por zonas alejadas de los principales itinerarios turísticos: una en la Cuesta de San Vicente (al norte), otra en la Cuesta de la Vega (al sur) y la principal en el Paseo de la Virgen del Puerto, al lado contrario del Palacio Real.
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¿Por qué el nombre de Campo del Moro?
Su curioso nombre, Campo del Moro, tiene un alejado origen histórico. Era el año 1109 cuando el caudillo musulmán Alí Ben Yusuf acampó su ejército árabe justo en este lugar, a los pies de la villa de Madrid. Su objetivo no era otro que reconquistar el Alcázar y la ciudad a los cristianos. La resistencia tuvo que ser terrible y hasta las murallas resultaron dañadas. Pero una epidemia en las filas de los sitiadores obligó al sultán almorávide a abandonar la idea.

El espacio quedó sin uso durante siglos, un simple campo descuidado con una fuerte pendiente y sin apenas posibilidades de urbanizar hasta que en el siglo XVI Felipe II compró los terrenos por ser colindantes al alcázar, evitando así cualquier tipo de construcción. Desde aquel momento el lugar se adecentó y se convirtió en una zona de festejos y celebraciones para los habitantes de la ciudad. Con la llegada al trono de Felipe IV y la creación del Parque del Retiro (regalo del conde duque de Olivares al monarca), el espacio volvió a quedar en desuso hasta la llegada de Isabel II.
La nueva monarca apostó por la creación de unos jardines que realzaran la grandeza del Palacio Real continuando con un estilo romántico tan de moda en aquella época, siguiendo los parámetros de la Plaza de Oriente. Para su construcción, ya en el siglo XIX se rellenó el fuerte desnivel con cascotes y materiales de las viviendas e iglesias demolidas durante la ampliación de la Puerta del Sol y se creó como una alfombra que realzaba la fachada trasera del Palacio Real, y que unía suavemente éste con la ribera del río. Se instalaron dos fuentes de estilo neoclásico (la de los tritones y la de las conchas) y varias casas de madera para los cuidadores y jardineros, que todavía se mantienen hoy en día. Tras su construcción, se estableció como nombre Campo del Moro en recuerdo de cuando Alí Ben Yusuf acampó su ejército en esta zona con la fallida intención de conquistar Madrid.
Plano del Campo del Moro
Mapa-Campo-del-Moro.pdf (200 descargas)
¿Qué ver en el Campo del Moro?
El Campo del Moro tiene planta rectangular y diversas corrientes arquitectónicas y paisajísticas fruto de las dificultades durante su construcción. Se compone de dos zonas principales, el eje principal de estilo clásico y formal que une el Palacio Real y el Río Manzanares, y el resto de trazados caóticos y semiocultos de estilo naturalista y romántico.
Eje Central
Diseñado por el arquitecto Narciso y Pascual (que también realizó la Plaza de Oriente), tiene un estilo clásico y formal, con formas geométricas que componen un paseo ajardinado que conecta el Palacio Real y el Río Manzanares. Se compone de un gran paseo con dos caminos y una mediana ajardinada realizado con la intención de asegurar la imponente perspectiva del Palacio Real gracias a sus diferentes alturas. Incluye además las dos fuentes neoclásicas del parque, la de los Tritones y la de las Conchas.
Fuente de las Conchas

Se sitúa en el centro de la avenida principal del Eje Central y está labrada en mármol blanco y poblada de personajes mitológicos. Esta fuente decoró el palacio del Infante don Luis, en Boadilla del Monte, hasta que fue traída a los Jardines del Campo del Moro.
Fuente de los Tritones
También labrada en mármol blanco y poblada de personajes mitológicos (cuatro tritones en su base), se levanta a los pies de la fachada occidental del palacio, en el punto más alto de la avenida y de todo el recinto. Se construyó en Italia para ser trasladada a España en 1656 e instalarla en el Jardín de la Isla, Aranjuez, hasta que se colocó definitivamente en los Jardines del Campo del Moro.

Chalet de Corcho y Chalet de la Reina
Se encuentran en los paseos que se pierden en la espesura de la naturaleza que rodea al ordenado eje central. Se trata de dos edificios con muchísimo encanto y magia, construidos en corcho y madera, respectivamente, a finales del Siglo XIX.
Estatua de Isabel II
Se puede observar una estatua, aunque algo deteriorada, de la impulsora final al proyecto del Campo del Moro en la zona norte del jardín. A poca distancia está la escultura de su marido, Francisco de Asís de Borbón, también un poco dañada.
Naturaleza y desconexión
Este jardín cuenta con 20 hectáreas de superficie dedicadas, en su mayor parte, a un estilo de parque romántico en el que prima la naturaleza y su belleza. Con caminos estrechos y que se pierden entre la vegetación, paseando por ellos es posible desconectar de la ciudad, observar las más de 70 especies de árboles (algunos de ellos centenarios) y disfrutar de la presencia de Pavos Reales, patos y otras especies de aves.
Información práctica
- Precio: Gratis. Es un parque público de acceso libre.
- Horario: Abierto todos los días. Octubre – Marzo: Lun – Dom 10:00 h – 18:00 h. Abril – Septiembre: Lun – Dom 10:00 h – 20:00 h
- Zona Turística: Centro Histórico
- Metro: Ópera (L2, L5, LR), Plaza de España (L2, L3, L10), Príncipe Pío (L6, L10, LR)
- Cercanías: Madrid-Príncipe Pío
- Autobús: 25, 33, 39, 41, 46, 62, 75, 138, C1, C2