A escasos 30 kilómetros de Sevilla, vigilando la campiña andaluza desde su privilegiada ubicación sobre un risco, Carmona atrae a sus puertas cada año a cientos de miles de visitantes que acuden a su entramado de calles históricas, alcázares de orígenes remotos y ruinas romanas a perderse en apasionante caldo concentrado de historia, cultura y gastronomía. No en vano, Carmona suele ser una de las localidades habituales en todos los listados de Pueblos más bonitos de Sevilla y, por su cercanía, es considerada una de las mejores opciones para una escapada de un solo día en el que disfrutar de cultura y gastronomía en los alrededores de la capital andaluza.

Historia de Carmona

Para adentrarnos en los orígenes de la Historia de Carmona debemos retraernos miles de años en la historia, pues se han encontrado vestigios neolíticos en su alrededores que hacen pensar que, gracias a su privilegiada ubicación defensiva en el borde de un risco y dominando una campiña de tierras fértiles y prósperas, Carmona fue elegida desde tiempo atrás como lugar de civilización. Muestra de esta larga tradición histórica es su propio nombre. De raíz semita “KAR”, que significa ciudad, explicaría por su probable fundación fenicia. Posteriormente los romanos la llamaron “CARMO“, y los árabes “QARMUNA“, palabra de la que desciende su actual nombre.

Precisamente en la época romana fue cuando la ciudad de Carmo logró por primera vez verdadera relevancia. Ciudad ibérica (uno de sus reyes tuvo una activa participación en las guerras púnicas entre Roma y Cartago), fue intensamente romanizada hasta el punto de llegar a acuñar moneda propia (todo un privilegio de la época) y ser uno de los principales puntos de paso de la Via Augusta, la calzada romana más importante que conectaba los Pirineos con el sur de la península. Todavía podemos ver vestigios de esta romanización en el propio trazado de la ciudad, pues uno de sus principales viales, llamado por aquel entonces Cardo Máximo, todavía puede ser recorrido en el trayecto que une la Puerta de Sevilla con la Puerta de Córdoba, atravesando todo el centro histórico de Carmona. Aunque sin duda el principal vestigio que nos ha dejado su pasado romano es la impresionante necrópolis, así como las primeras construcciones de dos de sus más importantes monumentos, la Puerta de Sevilla y la Puerta de Córdoba.

Plano de cómo sería la ciudad de Carmona durante el periodo romano.
Plano de cómo sería la ciudad de Carmona durante el periodo romano.

Conserva también Carmona restos de la época visigoda, aunque fue principalmente durante la ocupación musulmana cuando la ciudad volvió a adquirir mayor esplendor. Llegó “qarmuna” a ser capital de uno de los reinos de taifas que en el siglo XI gobernaron Al-Andalus, viendo reformado su sistema defensivo y murallas mediante actuaciones que todavía hoy podemos observar como el actual aspecto del Alcázar de la Puerta de Sevilla o la base del Alcázar del Rey don Pedro, donde actualmente se encuentra el Parador de Carmona.

En 1247 la ciudad musulmana se rindió ante las tropas de Fernando III “El Santo”, que se encargó de repoblarla y dotarla de entidad propia, para que finalmente su hijo Alfonso X “el Sabio” realizara la definitiva delimitación territorial que se mantiene hasta hoy en día. Sin embargo, fue durante el reinado de Pedro I “el Cruel” cuando Carmona recibió mayores favores desde la casa real debido a la predilección del monarca por la ciudad. Llegó a residir durante frecuentes temporadas en ella, reformando y ampliando el antiguo alcázar almohade para convertirlo en residencia regia. Finalmente, en 1630 Felipe IV le otorgó el título de Ciudad, conservando gran parte de los vestigios de todas las épocas y culturas que han pasado por ella hasta hoy en día.

Principales cosas que ver en Carmona

Carmona, pese a su pequeño tamaño, gracias a su rica e importante historia contiene un gran número de atractivos y puntos de interés que llaman la atención de los muchos visitantes que cada año deciden pasear por sus históricas calles. Sin embargo, hay una serie de edificios y monumentos que por su importancia histórica y cultural se han convertido en parte de los imprescindibles de Carmona. Si sólo vas a visitar durante un día la ciudad, estas son las cosas que no debes dejar de visitar.

Alcázar de Puerta de Sevilla

Puerta de Sevilla y aspecto exterior del Alcázar en Carmona.
Puerta de Sevilla y aspecto exterior del Alcázar en Carmona. (Fotografía de Jesús García)

El Alcázar de la Puerta de Sevilla es, sin lugar a dudas, el monumento más conocido de Carmona y uno de sus principales atractivos turísticos (además de ser la sede de la Oficina Turística municipal). Construido sobre la Puerta de Sevilla, en la Plaza de Blas Infante, supuso en su época un complejo defensivo casi inexpugnable que servía de protección a una ciudad que iba ganando importancia y prestigio con el paso de los siglos.

Historia del Alcázar de la Puerta de Sevilla

Aunque se han encontrado restos arqueológicos provenientes de los siglos XIII y XII a.C, su origen está declarado entrado el siglo XI a.C, siendo usado, adaptado y restaurado por cada una de las culturas que se han asentado en la ciudad desde entonces, convirtiéndose por tanto en un fiel diario de los hitos y acontecimientos que sucedieron durante siglos. Impresos entre los sillares de sus murallas y torres se pueden ver reflejos de culturas tan dispares como la fenicia, cartaginesa, romana, árabe y cristiana.

Los cartagineses fueron los primeros que dotaron a la Puerta de Sevilla de una estructura defensiva real, construyendo un baluarte militar sobre una primitiva torre de defensa con un aspecto cuadrangular que todavía se conserva en la actualidad. Sin embargo fue en la época romana cuando más fuerza adquirió la construcción, viéndose reforzada la estructura con un conjunto de puertas que hoy dotan al conjunto de su mayor exponente, el pasaje de la Puerta de Sevilla. Posteriormente, durante la época musulmana el edificio sufrió nuevas reformas, como los arcos de herradura que dotan a la Puerta de Sevilla de su actual aspecto. Finalmente, durante el reinado de Pedro I “el Cruel” se acometieron diversas reformas para dotar al bastión defensivo de cierta habitabilidad. Recientemente, en los años 70 se acometieron las últimas actuaciones y restauraciones para preparar al edificio para convertirse en el principal atractivo turístico de Carmona.

En su estructura destaca especialmente la estructura de defensa militar de la Puerta de Sevilla, diseñado con un sistema de dos puertas enfrentadas colocando entre ambas, y rodeado de murallas, un espacio abierto o “intervallum” donde se quedarían emboscados los soldados enemigos para ser acribillados sin piedad si llegaran a rendir la primera de las puertas.

Visitando el Alcázar de la Puerta de Sevilla

El Alcázar de la Puerta de Sevilla puede ser visitado pagando una entrada de apenas 2 euros por adulto, permitiendo el acceso a las vistas panorámicas desde su torre y murallas y visitando los diferentes elementos que lo componen:

  • Torre del Homenaje: No es visitable, pero su aspecto exterior y sus estratos constructivos, nos da una idea de la historia del edificio.La parte inferior amarillenta son sillares de construcción cartaginesa, mientras que luego encontraremos restos romanos de color grisáceo, para finalmente finalizar la construcción de la propia torre con técnicas constructivas más refinadas fruto de la edad media. La encontraremos justo a la izquierda de la Puerta de Sevilla antes de adentrarnos por ella.
  • Puerta de Sevilla: Compuesta de dos puertas enfrentadas y un espacio abierto o “intervallum” rodeado de murallas que servía como segunda línea de defensa ante la invasión enemiga.
  • Oficina de Turismo: En pleno “Intervallum” y sirviendo a la vez como puerta de entrada al monumento encontramos la Oficina de Turismo, donde podremos informarnos de las diferentes rutas turísticas de la ciudad así como adquirir las entradas para visitar el Alcázar.
  • Terraza de los anexos, “intervallum” y matacán-buhedera: Tras un primer tramo de escaleras podremos ver, desde arriba, la increíble ventaja defensiva que suponía el “intervallum” entre ambas puertas. Justo enfrente nos encontraremos la pared denominada “Cortina”, que da acceso al Alcázar en sí y en el que podemos apreciar dos tramos, uno inferior cartaginés de color amarillento, y otro superior de construcción romana de color grisaceo.
  • Patio de los Aljibes: La zona abierta de mayor importancia de la construcción. Durante la época romana acogía un templo cuyo podium todavía se conserva junto a la torre del homenaje, mientras que en la época musulmana albergó un aljibe de 7 metros de profundidad que recibía las aguas pluviales y que se conserva en la actualidad. Desde una de las terrazas junto a este patio y a la Torre del Homenaje podemos encontrar una de las mejores panorámicas de Carmona, con la Iglesia de San Pedro en primer plano.
    Salón de los Presos Bajo: Construido en época medieval ha funcionado como residencia de los mandatarios y alcaides del Alcázar y como presidio para la clase social más distinguida.
  • Salón de los Presos Alto: Ya subiendo por la escalera lateral que nos lleva hacia la Torre del Oro, el salón de los presos altos fue adecentado durante el periodo de Pedro I, pudiéndose observar restos de pinturas murales que le otorgan cierta importancia como residencia temporal del monarca. Actualmente contiene una exposición sobre Carmona y sobre el propio Alcázar.
  • Salón de la Torre del Oro: Sin duda esta sala esconde uno de los tesoros del alcázar, una preciosa cúpula de origen musulman a base de ladrillos.
  • Terraza de la Torre del Oro: Subiendo por una estrecha y encalada escalera alcanzaremos la recompensa de una vista de 360 grados sobre la ciudad de Carmona desde la que poder contemplar todo su esplendor.

Información práctica y precios

  • Horario: De Lunes a Sábados de 10:00 a 18:00, y domingos de 10:00 a 15:00
  • Precios: Entrada general 2€

Puerta de Córdoba

Puerta de Córdoba desde el interior de la ciudad de Carmona. (Fotografía de Jesús García)
Puerta de Córdoba desde el interior de la ciudad de Carmona. (Fotografía de Jesús García)

Durante la época romana, la ciudad de Carmona estaba atravesada por dos vías principales perpendiculares conocidas con los nombres de Cardo Máximo y Decumano Máximo, en cuyos extremos se situaban cuatro puertas monumentales que tenían la función de servir como acceso y salida de personas a la ciudad, así como servir de bastión defensivo ante posibles ataques enemigos. De estas cuatro puertas, dos son las que todavía se conservan hoy en día, con un envidiable aspecto, y que se han convertido en auténticos símbolos turísticos de Carmona. En el extremo suroeste encontraríamos la ya nombrada Puerta de Sevilla y el alcázar construido a su alrededor, mientras que en el extremo noreste saldríamos de Carmona, con vistas hacia la impresionante campiña, a través de la conocida como la Puerta de Córdoba.

La Puerta de Córdoba, situada algo alejada del resto de puntos turísticos de la ciudad, es sin duda uno de los principales monumentos de Carmona. Se recomienda llegar a ella desde dentro de la ciudad, siguiendo el trazado de la antigua Via Augusta (que se correspondía con la calle Cardo Máximo en el interior de Carmona), para así poder disfrutar de las impresionantes vistas que ofrece al ir apareciendo, poco a poco, la campiña andaluza en el interior del arco de medio punto como si de un cuadro enmarcado se tratara.

Fue construida entre finales del Siglo I a.C y principios del Siglo I d.C. en el extremo noreste de la via principal de Carmona en una depresión natural entre dos acantilados. Su estructura original constaba de tres vanos o huecos, uno principal de gran tamaño (que se conserva hoy en día) para el paso de carruajes y caballerías y otros dos laterales dedicados al paso peatonal. Dos grandes torreones (que pueden verse únicamente desde el lado externo de la construcción) defendían la construcción y daban paso a dos tramos de murallas que se unían con los acantilados y que completaban la estructura defensiva de la ciudad por el lado noreste. La puerta disponía de un segundo cuerpo en altura desde el que se podía levantar o bajar el rastrillo defensivo (todavía hoy en día puede verse el hueco del mismo en el hueco principal. La parte interior, la construcción de la propia puerta se superponía a la de los torreones ocultando su fisonomía defensiva. En la actualidad los edificios de viviendas han tapado completamente los torreones, que pueden ser vistos únicamente desde el exterior.

Es a partir del Bajo Imperio romano cuando se cegaron los dos vanos peatonales, y la puerta sufrió sucesivas etapas de destrucción y reformas , que se prolongarán en el tiempo, hasta llegar a su fisonomía neoclásica actual. Durante la época de los Reyes Católicos perdió su función defensiva y adquirió importancia fiscal para la comercialización de productos fabricados extramuro, comenzando en este momento un proceso de reconstrucción para convertirla en un edificio civil y abandonando por completo su función primigenia de defensa de la ciudad.

Durante las últimas acciones de restauración en el año 2000, se dejó al descubierto una de las puertas de acceso laterales, que fue habilitada como centro de visitantes y que incluso da acceso a las estancias superiores de la Puerta de Córdoba. Se puede acceder a este recinto contactando con el centro de visitantes previamente.

Alcázar del Rey Don Pedro o Alcázar de Arriba

Alcázar del Rey Don Pedro o Alcázar de Sevilla, sede del Parador de Carmona.
Alcázar del Rey Don Pedro o Alcázar de Sevilla, sede del Parador de Carmona.

El Alcázar del Rey Don Pedro, comúnmente denominado Alcázar de Arriba, es sin lugar a dudas el mayor monumento de Carmona. Se trata de una fortificación defensiva situada al este de la ciudad, en el punto más alto de toda la comarca y que en la actualidad, además de visitable, alberga uno de los más increíbles Paradores que podemos encontrar en Andalucía. Su privilegiada situación le otorgaba un carácter defensivo casi inexpugnable que hoy en día se ha convertido en unas impresionantes vistas de toda la campiña.

El Alcázar de Arriba fue construido en época almohade, cuando en el siglo XII el gobernador de la Cora de Qarmuna construyó allí su palacio y bastión defensivo. Sin embargo, fue durante el reinado de Pedro I cuando la fortificación adquirió mayor esplendor. El monarca, enamorado perdidamente de Carmona, premió su predilección con una reforma integral del antiguo palacio que lo transformó en una de las residencias reales más relevantes de la provincia. Posteriormente, durante el reinado de los Reyes Católicos en los siglos XV y XVI, se continuó el proyecto procediendo a su embellecimiento, dejando definitivamente su carácter defensivo para convertirse definitivamente en residencia real. De este periodo cabe destacar el Salón de los Reyes o la Sala de los Balcones, así como la estructura defensiva del Cubete.

A lo largo de la historia, el edificio tuvo muchas más funciones que la de defensa o residencia real. Por ejemplo, en 1649 fue usado como hospital de campaña ante la epidemia de peste que asoló la región, mientras que en 1942 fue adaptado para su uso como campamento militar nazi. En la actualidad, además de como reclamo turístico, puede encontrarse en su patio de armas un establecimiento de la red de Paradores Nacionales que incluye tanto alojamiento como oferta gastronómica con un encanto especial y con las mejores vistas posibles a la campiña de los Alcores.

Durante la visita, deberemos acceder al recinto por un doble arco de herradura que nos da acceso al patio de armas. Encontraremos entonces al Parador Nacional justo enfrente, pero si queremos realizar la visita cultural deberemos girar a nuestra izquierda justo después del segundo arco, a partir de donde podremos acceder a las diferentes estancias, torres y patios que, pese a las obras de remodelación, se encuentran en diferentes estados de ruina, pero manteniendo la estructura original.

De gran interés histórico es el elemento conocido como “El Cubete”, la primera fortificación militar dedicada a la artillería que se construyó en la península ibérica. Podemos observarlo desde fuera del recinto, en la esquina más al suroeste del Alcázar. El fortín, de planta circular, fue ordenado por los Reyes Católicos a finales del siglo XV en respuesta a los nuevos avances de la tecnología militar que se habían producido durante principios de siglo. Lejos del uso de las antiguas catapultas, la artillería demandaba fortalezas mucho más resistentes. Por ello, la mayor parte de los torreones que se construyen a partir de la época de los Reyes Católicos prescinde de la forma cuadrangular, mucho más débil en los ángulos, y la sustituye por formas cilíndricas y ovaladas, como en este caso.

Necrópolis de Carmona

Aspecto de la tumba de Servilia en la necrópolis romana de Carmona.
Aspecto de la tumba de Servilia en la necrópolis romana de Carmona.

¿Pero es que Carmona también tiene una necrópolis romana? No solo eso, sino que también tiene un anfiteatro en bastante buen estado, un puente romano a las afueras de la ciudad y hasta un mausoleo de la misma época integrado en el aparcamiento de la alameda cercana a la Puerta de Sevilla. No deja de sorprender a sus visitantes esta ciudad a apenas 30 kilómetros de Sevilla.

Historia de la Necrópolis y Anfiteatro de Carmona

El conjunto arqueológico de Carmona, como se conoce oficialmente al grupo formado por la Necrópolis romana y el anfiteatro, situados ambos en la zona suroeste de la ciudad, prácticamente a las afueras de la ciudad en una ubicación que en la antigüedad quedaría fuera de los muros defensivos, en el trazado que haría la Via Augusta que cruzaba Carmo. Se encuentra situado a prácticamente 1km de distancia del Alcázar de la Puerta de Sevilla, quedando algo fuera del resto de atractivos de Carmona, aunque a una distancia adecuada para poder ir dando un agradable paseo.

El descubrimiento de la Necrópolis, además de por su evidente interés histórico y cultural, supuso un hito histórico en la arqueología al ser el primer yacimiento arqueológico excavado de manera sistemática y abierto al público en todo el territorio nacional, inaugurándose al público en 1885. De finales del siglo XIX data también el edificio que se construyó para albergar el museo del centro arqueológico y que se mantiene hoy en día con alguna remodelación posterior.

Los restos funerarios encontrados datan aproximadamente del siglo I.

Visitando el Conjunto Arqueológico de Carmona

El recorrido recomendado para visitar el Conjunto Arqueológico de Carmona se iniciaría junto a las construcciones funerarios situadas junto al Centro de Visitantes de la instalación, para recorrer toda la necrópolis y terminar visitando el Anfiteatro, al otro lado de la por entonces Via Augusta.

  • Centro de Visitantes: Inicio del recorrido y punto ideal para recoger el folleto turístico que nos sirva a modo de guía y de plano
  • Mausoleo circular: con una cámara subterránea abovedada y entrada en forma de pozo, de cuya estructura superior aún quedan vestigios de sillares.
  • Tumba de las dos familias: reconocible por la existencia de dos cámaras contiguas.
  • Ustrinas: lugar donde se incineraban los cuerpos, se cree que de carácter comunal.
  • Tumba del Elefante: Uno de los puntos clave y de más interés. Se trata de una cámara funeraria con una figura en piedra de un elefante que ha generado controversia desde su descubrimiento por su enigmante significado. Se ha llegado a pensar que se trataba de un santuario a las diosas Ottis y Cibeles, incluso en un santuario a la diosa oriental Mitra, aunque probablemente se trate simplemente de una tumba familiar de una planta y ornamentación peculiar.
  • Tumba de los cuatro departamentos
  • Tumba de las guirnaldas: que todavía muestra restos de pinturas murales
  • Tumba de Servilia: Sólo visitable con visitas guiadas, es la tumba más ornamental y grande de las que podemos encontrar en el conjunto. Simula la estructura de una lujosa mansión con un amplio patio porticado al que se abren diferentes estancias. Se cree que poseía una estatua de Servilia. Símbolo de la lujosa vida de sus propietarios es la existencia de una cámara funeraria con antesala de bóveda cubierta.
  • Tumba de las Cuatro Columnas: Solo visitable con visitas guiadas, tiene un patio distribuidor rodeado por pilares y un gran óculo central
  • Los cuatro mausoleos circulares
  • Tumba de Postumio: con nichos para recibir urnas y una fosa de inhumación
  • Anfiteatro: Para llegar a él deberemos andar de regreso el camino recorrido para poder observarlo en perspectiva desde el mirador del museo y Centro de Visitantes, para posteriormente acercarnos a él atravesando la calle que se corresponde con el trazado de la antigua Via Augusta. La importancia del anfiteatro de Carmona es incalculable. No en vano se trata del edificio de espectáculos gladiatorios más antiguo de la península ibérica. La arena y el graderío están prácticamente excavados y construidos sobre la propia roca aprovechando una vaguada del terreno. Se cree que el graderío y los vestíbulos iban cubiertos con planchas de material noble, con nichos para las consabidas estatuas de los emperadores y de los carmonenses ilustres.

Información práctica y precios

  • Horario: De Lunes a Sábados de 9:00 a 18:00, y domingos de 9:00 a 15:00
  • Precios: Gratuito

Museo de Carmona

Patio interior del palacio que alberga el Museo de Carmona.
Patio interior del palacio que alberga el Museo de Carmona.

El Museo de Carmona es, sin duda, el punto final para todo aquel interesado en ampliar información y en conocer a modo de resumen todas las culturas que han dejado su huella en esta impresionante e histórica ciudad a apenas 30 kilómetros de Sevilla. Su sede se encuentra establecida en un antiguo palacio del siglo XVI, la Casa del Marqués de las Torres, que aporta interés arquitectónico al propio del museo, siendo uno de los mejores ejemplos de la arquitectura palaciega de Carmona. Es especialmente destacable dentro de su colección de obras de arte el lienzo de la Virgen de Gracia que puede verse en su escalera monumental.

La exposición discurre a lo largo de 18 salas, que se corresponden con las que fueron las habitaciones nobles, distribuidas en planta baja y planta alta, en torno al patio principal del palacio. El museo narra la historia de la ciudad de Carmona, una ciudad con más 5000 años de historia. Con este fin, la exposición permanente utiliza piezas de valor arqueológico, etnográfico y artístico.

Información práctica y precios

  • Horario: De Martes a Domingo de 11:00 a 19:00, y Lunes de 11:00 a 14:00
  • Precios: Entrada general 2.50€

Iglesias y Conventos

Pese al pequeño tamaño de Carmona (apenas 28.000 habitantes), su profunda tradición católica hacen que entre sus calles destaquen numerosos edificios de origen religioso como iglesias y conventos, muchos de ellos visitables, que hacen que merezca la pena dedicarles un apartado especial.

Convento de Santa Clara

Aspecto del claustro interior del Convento de Santa Clara.
Aspecto del claustro interior del Convento de Santa Clara.

El Convento de Santa Clara es la construcción de este tipo más antigua de la ciudad de Carmona, levantándose entre finales del siglo XV y principios del XVI tras un proceso de refundación religiosa tras la conquista cristiana por parte de Fernando III en 1247.

Desde su fundación, el edificio ha estado dedicado a la orden de Santa Clara, comunidad de monjas de clausura franciscanas clarisas, inspirada por la vida de pobreza, caridad y sacrificio de Santa Clara, discípula de San Francisco de Asís.

El edificio es visitable desde una de las entradas, pudiendo acceder al coro, al claustro y a la torre mirador. Por otra de las entradas puede todavía verse el antiguo torno que tradicionalmente usaban las monjas de clausura para vender su repostería conventual tradicional, aunque actualmente, con la apertura del convento al público, se ha establecido un punto de venta de dulces junto al centro de información al visitante al inicio de la visita. Sin embargo todavía puede seguir usándose el torno en horario o en días en los que el punto de venta se encuentre cerrado.

Entre los dulces de tradición conventual que pueden comprarse en el convento (y también en cualquier repostería de la ciudad) destaca, por encima de todo, la Torta Inglesa. Este conocido exponente dulce de la gastronomía de Carmona es un pastel con base de bizcocho, hojaldre, azúcar glas, canela y cabello de ángel cuyo origen dice la leyenda que está en una recomendación del descubridor de la Necrópolis (inglés de cuna) a uno de los establecimientos de la ciudad.

Información práctica y precios

  • Horario: De Jueves a Lunes de 11:00 a 14:00 y de 16:00 a 18:00
  • Precios: Entrada general 2€

Iglesia de Santa María

Arquitectura catedralicia sevillana en la Iglesia de Santa María de Carmona.
Arquitectura catedralicia sevillana en la Iglesia de Santa María de Carmona.

La Iglesia de Santa María es el máximo exponente de la arquitectura religiosa de Carmona, pese a que normalmente la mayoría de fotografías que veas sean de la Parroquia de San Pedro por las impresionantes vistas de su torre desde el Alcázar de la Puerta de Sevilla.

Construida sobre el solar en el que antiguamente se encontraba la mezquita de la ciudad, su arquitectura destaca por encima de la mayoría de las iglesias de la provincia debido a estar construida según los patrones formales y constructivos del gótico catedralicio de Sevilla, o lo que es lo mismo, siguiendo los cánones y estilos de la catedral de Sevilla, incluyendo el Patio de los Naranjos heredado de la anterior estructura musulmana.

Su construcción se realizó en dos fases, abarcando tanto el siglo XV como el siglo XVI. En la primera se levantaron los tramos que van de los pies hasta el coro, usando un lenguaje y estéticas góticos; en la segunda fase desempeñó un papel importante Diego de Riaño, imprimiendo ya una estética claramente renacentista a los tramos que llegan hasta la cabecera.

Iglesia del Salvador

De gran importancia en la Semana Santa de Carmona por ser cobijo de la hermandad de La Esperanza que procesiona el Domingo de Ramos y el Jueves Santo, la Iglesia del Salvador data del siglo XVIII, cuando su predecesora mucho más antigua y en estado de ruina fue demolida en la céntrica plaza de San Fernando para levantar este nuevo edificio que podemos ver y visitar hoy en día gracias a las influencias de los Jesuitas en la ciudad. Actualmente es cobijo tanto de una de las principales hermandades de la Semana Santa de Carmona como de la Hermandad del Rocío que cada año peregrina para ver a la virgen de la población almonteña.

Información práctica y precios

  • Horario: De Jueves a Lunes de 10:30 a 14:00
  • Precios: Entrada general 1€

Iglesia de San Pedro

Iglesia de San Pedro vista desde las murallas del Alcázar de la Puerta de Sevilla en Carmona
Iglesia de San Pedro vista desde las murallas del Alcázar de la Puerta de Sevilla en Carmona

La Iglesia de San Pedro es probablemente el edificio religioso más fotografiado por todos los visitantes de Carmona. El gran culpable de ello es el mirador panorámico que puede visitarse dentro del Alcázar de la Puerta de Sevilla que otorga una panorámica magnífica y espectacular de la iglesia parroquial, destacando especialmente su preciosa torre de gran parecido con la Giralda de Sevilla.

El edificio fue levantado avanzado el siglo XV sobre el terreno que ocupaba la antigua ermita de la Virgen de la Antigua. Su estructura arquitectónica se basa en el mudéjar sevillano, con una nave central más espaciosa flanqueada por dos naves laterales de menor tamaño. Desde el exterior destaca especialmente su torre, de aspecto muy similar a la Giralda de la Catedral de Sevilla, que fue construida avanzado el siglo XVIII aprovechando una base anterior e imitando el remate final de la construcción sevillana.

Es sede de la Hermandad de la Humildad y la Paciencia, cuyas imágenes procesionan el Viernes Santo.

Plazas de Carmona en las que dejar pasar el tiempo

Es Carmona una ciudad de esas que merece la pena visitar con buen tiempo para poder perderse por sus calles, pero también para descansar al solecito de sus plazas y, a ser posible, disfrutando de una cerveza o refrigerio junto con algún aperitivo.

Plaza de San Fernando

Vista aérea de la Plaza de San Fernando de Carmona.
Vista aérea de la Plaza de San Fernando de Carmona.

La Plaza de San Fernando, también conocida como la Plaza de Arriba, es el corazón de la vida diaria de Carmona, función que ha mantenido desde la antigüedad. No en vano, su ubicación coincidiría con la interconexión de las dos antiguas vías que recorrían la ciudad en tiempos romanos, cardo máximo y decumano. Justo en esta intersección es donde se establecería el antiguo foro romano que suponía el principal edificio cultural y político de la ciudad.

El actual aspecto circular de la plaza proviene de una intervención que se realizó en torno a 1924, modificando su anterior forma rectangular cerrada y manteniéndolo hasta ahora.

Como curiosidad, la arquitectura de las fachadas de los edificios de la plaza, de tres plantas y con balcones al exterior, dista mucho de la tradicional arquitectura de Carmona, lo que se explica por el tradicional uso de la plaza principal de la ciudad como escenario de espectáculos públicos, con especial atención a las corridas de toros. Cabe destacar también como detalle a tener en cuenta la extraordinaria farola central que preside la plaza, que proviene de la Exposición Iberoamericana realizada en Sevilla en 1929.

Además de para disfrutar del sol y de sus imponentes y variadas fachadas, la Plaza de San Fernando es uno de los lugares más recomendados para hacer una parada estratégica en busca de un buen vino o una cerveza fría.

Plaza del Palenque

La Plaza del Palenque es apenas un espacio al cobijo de la muralla interior del Alcázar de la Puerta de Sevilla que llama la atención precisamente por encontrarse justo con esas vistas y por ser el lugar donde se encuentran dos de los más tradicionales bares de aperitivos para disfrutar de la hora del almuerzo en Carmona. Se trata de las cervecerías L’Antiqua Bodega y La Tasquita del Inglés.

Plaza del Mercado de Abastos

Aspecto actual de la Plaza del Mercado de Abastos de Carmona.
Aspecto actual de la Plaza del Mercado de Abastos de Carmona.

La Plaza de Abastos o el Mercado de Carmona fue construido en 1842 sobre el terreno, expropiado, de un monasterio de Dominicas. Fue diseñado al estilo de una plaza mayor castellana, con un patio rectangular completamente cerrado con cuatro galerías porticadas y espacio para 28 puestos, aspecto que todavía conserva en la actualidad.

Hoy en día, la Plaza de Abastos ha perdido gran parte de su función comercial tradicional, dando paso más a un lugar para el ocio, siendo un espacio en el que se celebran numerosos eventos públicos y culturales que llenan el lugar en los días de fiestas y cuyos tradicionales puestos de alimentación han dado lugar a todo tipo de establecimientos de hostelería, convirtiéndose también en un buen lugar para hacer una parada para repostar energías durante nuestra visita a Carmona.

Qué y dónde comer en Carmona

La gastronomía de Carmona es amplia, compleja y basada en los productos que una tierra tan rica como la Campiña de los Alcores le ha otorgado. Destacan los platos de carácter tradicional basados en las hortalizas de sus tierras con platos con bases de espinacas, gazpachos, sopas de tomate, espárragos trigueros o cualquier variedad del cerdo ibérico. Ya sea en bares de aperitivos o sentados a la mesa, Carmona ofrece opciones gastronómicas para todos los gustos y para todos los bolsillos.

Aperitivos y cerveza en sus plazas

Como buena ciudad andaluza, Carmona presume de plazas donde poder disfrutar del sol en sus concurridas terrazas, bien sea sentados en la mesa o de pie en mesas altas, acompañando las cervezas, vinos de la región o refrigerios de alguna tapa como la ensaladilla o el chicharrón sevillano.

Podemos hacer una parada para el aperitivo en cualquiera de sus plazas, aunque destacan especialmente. por su antigüedad y tradición, los establecimientos situados en la Plaza del Palenque (L’Antiqua Bodega y la Tasquita del Inglés) o los situados en la Plaza de San Fernando.

Los restaurantes más recomendados de Carmona

Cuando hablamos de sentarnos a la mesa, Carmona también tiene mucho que ofrecer. En esta ciudad a apenas 30 kilómetros de Sevilla encontramos tanto restaurantes tradicionales (de los de toda la vida), como apuestas más informales, innovadoras y jóvenes, lo que nos da todo un abanico de posibilidades y precios para poder disfrutar de la gastronomía local.

En pleno centro histórico nos encontramos por ejemplo al Restaurante La Yedra, un restaurante con un acogedor patio típico de la ciudad y que ha sido normalmente recogido como recomendación en la popular guía michelín. Otros restaurantes de corte clásico que encontrarás en Carmona son el Bar Mingalario, el restaurante Almazara, el restaurante Tabanco, el Bar Goya o, por supuesto, la propuesta gastronómica con vistas del Parador de Carmona.

Pulpo a la Brasa y Papas Bravas con Gambas Cristal en Lolita Fusión, Carmona.
Pulpo a la Brasa y Papas Bravas con Gambas Cristal en Lolita Fusión, Carmona.

Sin embargo, si te tuviéramos que recomendar una opción, nos decantamos por una apuesta joven, innovadora y de calidad, a las afueras de Carmona que tiene todos los ingredientes para triunfar en tu visita: buen producto, buenas elaboraciones, platos originales y buena relación calidad-precio. Nos referimos a Lolita Fusión, un local elegante y joven, con una comida moderna de fusión, aunque primando las elaboraciones tradicionales y la materia prima, con precios por persona que no superarán los 20 euros y que, si vamos a la barra de tapas, podremos bajar considerablemente. Es imprescindible reservar pues es uno de los restaurantes más solicitados de la ciudad.

Placeres dulces de Carmona

En cuanto a postres y meriendas, Carmona tiene una larga tradición repostera marcada sobre todo por la presencia de diversos conventos (con sus dulces tradicionales que todavía puedes comprar si los visitas), aunque especialmente destacada es la conocida como Torta Inglesa. Se trata de un pastel con base de bizcocho, hojaldre, azúcar glas, canela y cabello de ángel cuyo origen dice la leyenda que está en una recomendación del descubridor de la Necrópolis (inglés de cuna) a uno de los establecimientos de la ciudad. Este manjar dulce, todo un monumento gastronómico en Carmona, se puede degustar prácticamente en cualquier confitería o cafetería de la ciudad, aunque los puntos más tradicionales para probarla son el Convento de Santa Clara, la Confitería Nevada y la Confitería Las Delicias.

Cómo llegar y dónde aparcar en Carmona

Carmona es probablemente una de las mejores opciones para hacer una escapada de un solo día desde Sevilla, propiciado tanto por sus increíbles atractivos turísticos como por su cercanía. Se encuentra localizada a tan solo 30 kilómetros de la capital andaluza, a apenas media hora de trayecto, dependiendo del método de transporte que elijas.

Para llegar en coche, deberás salir por la carretera de Córdoba y recorrer algo menos de 30 kilómetros hasta la salida 508 en dirección a Carmona. Ahí deberás seguir las indicaciones hasta el centro histórico. Aunque no suele haber problemas para aparcar, nuestra recomendación es que lo hagas fuera del centro histórico, ya sea en la zona del Parador (que cuenta con una explanada para aparcar) o bien en la zona de la Puerta de Sevilla, en la que cuentas con varios aparcamientos subterráneos realmente baratos. Desde ambos puntos puedes recorrer perfectamente el centro histórico y todos los monumentos, pues las distancias no son excesivas.

Llegar en autobús también es algo relativamente fácil y económico, aunque lógicamente lo que en coche es media hora en autobús se transforma en 60 minutos o más, dependiendo de las paradas que tenga la línea que elijas. Los autobuses a Carmona salen cada poco tiempo, con diferentes opciones de más o menos paradas, desde la Estación de Autobuses de El Prado, con un precio inferior a los 3 euros por trayecto.

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