En lo alto de uno de los edificios de la Puerta del Sol (originalmente sobre el edificio del antiguo Hotel París, actualmente propiedad de Apple), puede apreciarse otro de los símbolos castizos y oficiosos de la ciudad: el Cartel de Tío Pepe. Se trata de una valla publicitaria de Neón con décadas de historia que ya se ha ganado un hueco en la historia, un espacio en el corazón de los madrileños y una línea en la planificación de los visitantes a la ciudad. El ayuntamiento de Madrid no le otorga ninguna protección de carácter administrativo, aunque le reconoce un valor simbólico y sentimental.
Publicidad de Tío Pepe, la historia de una imagen
El primer cartel de la bodega de Tío Pepe se colocó en 1935 sobre el Hotel París, en el número 1 de la Puerta del Sol, con motivo del centenario de la bodega jerezana González Byass. El anuncio consistía simplemente en una copa de jerez sobre el rótulo Gonzalez-Byass, y un poco más abajo las palabras vinos, jerez y coñac. En los años 60 se cambió el diseño del anuncio por el actual, la botella vestida con chaquetilla y sombrero y llevando una guitarra, manteniendo el nombre de la bodega abajo y sobreponiendo la marca TÍO PEPE encima del lema “Sol de Andalucía embotellado”. En este emplazamiento se mantuvo hasta la entrada en el siglo XXI.
Pero el Hotel París cerró en 2006 y el edificio quedó abandonado hasta que en 2011 se inició su derribo, que obligó a retirar el anuncio de Tío Pepe. El nuevo propietario del edificio no quiso mantener la publicidad en su azotea y alquiló las plantas bajas para que se instalara la tienda Apple más grande de España.

La ordenanza municipal contra la contaminación lumínica estuvo cerca de acabar con el histórico anuncio pero en virtud de sus connotaciones sentimentales el alcalde le concedió el indulto junto con algunos otros como el luminoso de Schweppes en el Edificio Carrión de la Gran Vía. Finalmente, y tras una movilización popular que recogió más de 50.000 firmas a favor de mantener el cartel en la Puerta del Sol, la bodega llegó a un acuerdo con el propietario de otro de los edificios de la plaza, el que ocupa el número 11, justo enfrente de la Casa de Correos, y en 2014 el anuncio se instaló en esta nueva ubicación.