Justo al final del Paseo del Prado, donde la gran avenida y su bulevar desembocan en la glorieta de Carlos V, se encuentra la Estación de Atocha, la principal estación de trenes de Madrid por volumen de pasajeros y número de viajes que nacen a diario en sus andenes. En su interior encontramos la estación de larga distancia, con especial atención a los trenes de alta velocidad, la estación de cercanías por la que pasan prácticamente todos los trenes de la Comunidad de Madrid y una estación de metro que la comunica con el centro histórico y con otras zonas de la ciudad mediante la línea 1.
Además de por su importancia en el ámbito del transporte de pasajeros, la Estación de Atocha supone una atracción turística por sí misma y por su historia. Destaca especialmente el Jardín Tropical que alberga en su interior o el monumento al 11M, un silencioso homenaje a las víctimas del atentado producido en los trenes de Madrid el 11 de Marzo de 2004.
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Historia de la Estación de Atocha
La ahora popular e importante Estación de Atocha de Madrid nació como un simple apeadero que daba origen, en 1851, a la primera línea de ferrocarril de España, la que unía Madrid con Aranjuez, a pocos kilómetros de la ciudad. Desde el inicio sufrió numerosas reformas pues debido a la novedad de su uso no se conocían en un principio todas las necesidades o requerimientos que iba a precisar una instalación de este tipo, pese a lo tosco y básico de su origen.

La primera gran reforma tuvo lugar cuarenta años después, en 1892, cuando se comenzó a llamar oficialmente Estación del Mediodía. Fue en este momento cuando el lugar dio un salto cualitativo con la creación de la nave principal de la estación, de ladrillo, acero y cristal, que alberga hoy en día el jardín tropical y la zona comercial.
En 1979 la estación sufrió un atentado terrorista, estallando una bomba en la zona de las consignas que causó cinco fallecidos y decenas de muertos. No sería el último gran terror sucedido en el lugar.
En 1992 se realizó la segunda gran reforma.100 años después de la creación de la nave principal, el arquitecto Rafael Moneo diseñó el sistema de tres estaciones en una para dar cabida a los nuevos trenes de alta velocidad que desde este año conectan Madrid con Sevilla con motivo de la Expo 92.
Un nuevo atentado, en esta ocasión mucho más cruel y sanguinario tuvo lugar nuevamente en las instalaciones. Una serie de atentados se produjeron el 11 de Marzo de 2004 en las estaciones de trenes de Atocha, El Pozo y Santa Eugenia, produciendo 191 fallecidos y cientos de heridos en el que se considera el peor acto terrorista sufrido por el país. Como homenaje a los fallecidos se creó el Monumento a las Víctimas del 11M en el interior de la estación.
Monumento a las Víctimas del 11M
El 11 de Marzo de 2004 se produjo el más cruel atentado terrorista en España, que afectó especialmente a la Estación de Atocha y a otros apeaderos de la red de Cercanías de la ciudad produciendo 191 fallecidos y centenares de heridos. Tras un acontecimiento que afectó a todo el país, desde el ayuntamiento de Madrid decidieron crear un monumento en homenaje a las víctimas de dicho acto cruel y sanguinario para que siempre quedará en la memoria de todos los madrileños y de todos los visitantes que a diario pasan por el vestíbulo de la estación de Atocha.

Algo escondido en el interior del vestíbulo principal, por el que se accede a la estación de Larga Distancia y también a la de Cercanías, muy cerca de la entrada a la estación de Metro, se encuentra la entrada a una sala memorial que permite observar el monumento homenaje a las víctimas del 11M desde su interior. Y es que se trata de una construcción con dos partes, que puede ser observado desde dentro de la estación, pero también desde la superficie.
Se trata de una estructura cilíndrica de 11 metros de altura y 9.5 metros de diámetro construida con ladrillos de vidrio. Su interior supone una sala diáfana, prácticamente a oscuras, en cuyos muros se encuentran grabados los nombres de todas las víctimas del atentado así como mensajes de condolencia en varios idiomas que fueron dejados por ciudadanos anónimos en los centenares de altares de homenaje que se crearon en los alrededores de las zonas del atentado.
Desde el exterior, en la superficie encima de la estación, justo en la glorieta de acceso a la estación en la zona de los taxis para la llegada y salida de pasajeros, se puede observar lo que sobresale de la estructura cilíndrica de ladrillos de vidrio.
El Jardín Tropical de la Estación de Atocha
Sin duda, uno de los principales atractivos de la Estación de Atocha, más allá que como nudo ferroviario del país, es su espectacular Jardín Tropical que hoy en día ocupa la nave principal de la antigua Estación del Mediodía desde la que salió el primer ferrocarril de nuestro país, que unía Madrid con Aranjuez.

Hoy en día, este espacio de casi 4.000 metros cuadrados se ha dedicado a la creación de un Jardín Tropical con especies vegetales que difícilmente se pueden ver en otros lugares de la ciudad. La estructura metálica y cubierta acristalada que cubría los andenes de la estación facilitó su uso como invernadero con estanques. El jardín está integrado por 7.000 plantas de 400 especies diferentes, procedentes de América, Asia y Australia. En la actualidad la zona de estanques ha visto reducida su superficie debido a la proliferación de tortugas en la zona, especialmente por el abandono de este tipo de animales domésticos por los ciudadanos.
La luz entra al jardín por las cristaleras laterales y por la superior, que se sujeta con una estructura metálica original de 50 metros de altura de finales del siglo XIX, obra del arquitecto Alberto de Palacio. Además se instalaron focos de luz blanca y amarilla para aumentar la luz necesaria para las plantas. Además, se ha creado un microclima a una temperatura constante de entre 22 y 24 °C, con un 60 a 70% de humedad, gracias al sistema de vaporización de agua que se acciona periódicamente.

Entre todas la especies vegetales, la que más llama la atención es la Ravenala madagascariensis, conocida comúnmente como la palmera de Madagascar o Palma del viajero, denominada así por poder almacenar hasta dos litros de agua en el peciolo o la inserción de cada hoja. Su estructura escultórica en forma de abanico es espectacular y crea una palma de bienvenida que enmarca todo el jardín. Además, ¿qué mejor que una “Planta del Viajero” para presidir un jardín botánico en el interior de una estación?
En esta zona es donde se encuentran los principales restaurantes de la Estación de Atocha, así como las oficinas de atención al cliente y las consignas.
Curiosidades de la Estación de Atocha
Como la mayoría de edificios con una larga historia y mucho uso, la Estación de Atocha está marcada por curiosidades y secretos que suelen pasar desapercibidos a simple vista.
- Atocha no se ha llamado siempre Atocha. En sus orígenes era denominada la estación del Mediodía. Su nombre actual procede de los cargamentos de cáñamo (o «atochal») que la estación recibía desde Alicante
- Las tortugas desaparecidas del Jardín Tropical. Hace algunos años, el estanque del Jardín Tropical se encontraba repleto de tortugas galápago domésticas que poco a poco fueron siendo abandonadas por sus dueños allí y que gracias al microclima del jardín pronto proliferaron hasta convertirse en un problema para la supervivencia de las especies vegetales. Hoy en día ya no están allí, fueron trasladadas al Centro de Fauna José Peña, una institución a las afueras de Madrid encargado de la protección de especies animales.
- El espía Jason Bourne pasó por aquí. Atocha se convirtió en estrella de cine en El ultimátum de Bourne, donde sirvió como escenario para el agente interpretado por Matt Damon. En la misma película también hicieron un cameo otros lugares icónicos como el Paseo de la Castellana, la plaza de Canalejas y el viaducto de la calle Bailén.
- Una cárcel improvisada durante la Guerra Civil. Durante la contienda, Atocha dejó de ser una estación para asumir el papel de «checa», una de las prisiones que puso en marcha el bando republicano.
- Su reloj es el más grande de la ciudad, aunque muchos ciudadanos creen que es el de la Puerta del Sol.
- En sus orígenes era un simple embarcadero para la reina, nombre con el que se conocían los templetes de madera que cubrían los primitivos apeaderos. Era poco más que una cabaña de madera en un momento en el que el ferrocarril era de uso exclusivo de la familia real para ir desde Madrid al Palacio de Aranjuez.
- La primera línea ferroviaria unía Madrid y Aranjuez. Con el tiempo terminó llamándose tren de la fresa, nombre que todavía se conserva en un tren temático en época de recogida de fresas.

- Estación torcida y fachada monumental pero sin puerta. Los expertos apuntan que la Estación de atocha está, por decirlo rápido, mal hecha. Está por debajo del nivel de la superficie, pues la cuesta era demasiado alta para que los tenes la salvaran, y en lugar de ir rebajando poco a poco, decidieron hacerla de este modo. Igualmente, se encuentra torcida y no de forma paralela o perpendicular a ninguna de las calles principales que la rodean ni a la Glorieta de Carlos V frente a su gran fachada monumental. Esto provocó que la entrada a la estación no fuera por esta fachada, sino por uno de sus laterales.
- Lugar para el arte. Especialmente su Jardín Tropical, donde puede observarse ‘El Viajero’, obra de Eduardo Úrculo en la que representa los bártulos propios de el hombre viajante. Además, en su exterior, justo en la entrada a la terminal de salidas de Larga Distancia puede verse las únicas esculturas del artista Antonio López, más dedicado al mundo de la pintura. Se trata de un conjunto escultórico llamado Noche y Día, que representan dos cabezas de bebé de gran tamaño, una con los ojos abiertos y otra cerrados.
Información Práctica
- Precio: Gratuito.
- Zona Turística: Estación de Atocha
- Metro: Atocha Renfe (L1), Estación del Arte (Antigua Atocha) (L1)
- Cercanías: Madrid-Atocha
- Autobús: 6, 10, 14, 19, 24, 26, 27, 32, 34, 37, 45, 47, 54, 55, 57, 59, 85, 102, 141, C1, C2, N9, N10, N11, N12, N13, N14, N15, N17, N25