Situado en la Glorieta de Carlos V, justo donde el Paseo del Prado se une con la Estación de Atocha, puede observarse un enorme Palacio con unas grandes estatuas en lo más alto de su fachada y que es la sede actual del Ministerio de Agricultura, pero cuyo edificio se conoce realmente como el Palacio de Fomento. Se trata de un enorme y precioso edificio muy llamativo tanto por fuera como por dentro y que, aunque mucha gente no lo sepa, es posible visitarlo. Destaca especialmente su fachada de estilo neoclásico y las 8 enormes columnas pareadas de orden corintio, que junto con las estatuas de las cariátides que flanquean su entrada representando la Industria y el Comercio y las tres grandes estatuas aladas de su ático llamadas La Gloria y los Pegasos configuran el que se considera uno de los edificios más bonitos de la ciudad.
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Historia del Palacio de Fomento
El Palacio de Fomento se terminó de construir en 1897 con diseño del arquitecto Ricardo Velázquez Bosco, creador también del Palacio de Cristal y del Palacio de Velázquez, ambos en el Parque del Retiro y que forman parte de las salas de exposición del museo Reina Sofía. La idea era ampliar las instalaciones del Ministerio de Fomento, ubicado en el antiguo convento de la Trinidad.

Para llevar a cabo la obra se cogió terreno que anteriormente pertenecía al Jardín Botánico de Madrid, creando para ello la literaria Cuesta de Moyano que separa el Palacio del Jardín. Fue una época de grandes cambios en la zona, pues coincidió también con la creación pocos años antes del enorme vestíbulo principal de la Estación de Atocha (por aquel entonces del Mediodía), donde hoy en día se sitúa el Jardín Tropical de Atocha.
El primer uso del Palacio fue el de Ministerio de Fomento, de ahí su primer nombre. Pero desde 1931 sirvió para alojar el Ministerio de Agricultura, con sus diferentes denominaciones.
¿Cómo es el Palacio de Fomento?
El nuevo edificio se diseñó en torno a dos patios interiores, cubiertos por una estructura de hierro y cristal. Sin embargo, pese a lo monumental de su interior, tal y como corresponde a un palacio de estas características, lo que más llama la atención es su exterior, prodigiosamente adornado con todo lujo de detalles.
De su fachada principal llama la atención el pórtico que se configura con sus ocho columnas corintias que sujetan un frontón con un escudo flanqueado por dos leones. Junto a la entrada se sitúan dos cariátides que representan la Industria y el Comercio. Todo esto acompañado de diversas y variadas decoraciones de cerámica a lo largo de toda su fachada.

Pero lo que más llama la atención de todos los visitantes y viandantes de la zona son las estatuas aladas que coronan su fachada principal presidiendo la glorieta de Carlos V y vigilando la Estación de Atocha. Este conjunto escultórico se conoce como La Gloria y los Pegasos. La obra original la creó en mármol blanco el escultor Agustín Querol en 1905. Sin embargo, las que podemos observar ahora son unas réplicas realizadas en bronce casi negro. Las originales pueden observarse todavía en las plazas de Legazpi y la glorieta de Cádiz. La figura central es la Gloria, una mujer alada en pie que ofrece una hoja de palma y una corona de laurel, símbolos de la victoria y el triunfo. Las dos figuras femeninas sentadas a sus lados simbolizan las Artes, a la derecha, y las Ciencias, a la izquierda. Los Pegasos o caballos alados están a los lados y a menor altura que la Gloria. Los caballos están en corbeta, es decir, con las patas delanteras levantadas, como agitados. Las alas las tienen desplegadas, en actitud de volar. Juntos forman un espectacular conjunto escultórico.
Se pueden observar sus fachadas laterales y traseras si rodeas el edificio por la cuesta de Moyano. Todo el Palacio mantiene una decoración exhaustiva, aunque no tan llamativa como la fachada principal. Incluso los edificios anexos que se encuentran dentro de su jardín fueron diseñados para no desentonar con el edificio principal.
Visitar el Palacio de Fomento
Debido al gran interés que mostraban los visitantes y madrileños en torno a uno de los más llamativos edificios de la ciudad, desde el año 2014 se organizó una serie de visitas que permiten observar su interior de diferentes formas. En concreto existe una visita guiada gratuita y una visita teatralizada por un precio de unos 8 euros (precio de 2018), aunque sus horarios y días están restringidos a viernes y fines de semana y a unos horarios concretos.

La visita guiada es gratuita, tiene una duración de unos 50 minutos y se hace los sábados no festivos y domingos a las 12h. Un guía especializado conduce a un grupo por los espacios artísticos y arquitectónicos del Palacio.
La visita teatralizada tiene un coste de 8 euros (precio de 2018). Una serie de actores adentran al grupo de visita en el siglo XIX, época de construcción del Palacio. Estas visitas tienen lugar los viernes y sábados no festivos a las 20h.
En ambos casos se recomienda hacer la reserva previamente desde su página web pues disponen de plazas limitadas.
Información Práctica
- Precio: Visita guiada gratuita. Visita teatralizada, 8 euros.
- Zona Turística: Estación de Atocha
- Metro: Atocha Renfe (L1), Estación del Arte (Antigua Atocha) (L1)
- Cercanías: Madrid-Atocha
- Autobús: 6, 10, 14, 19, 24, 26, 27, 32, 34, 37, 45, 47, 54, 55, 57, 59, 85, 102, 141, C1, C2, N9, N10, N11, N12, N13, N14, N15, N17, N25